Facultades y obligaciones

Los árbitros deben entender que el futsal es un deporte competitivo y el 
contacto físico entre los jugadores es un aspecto normal y aceptable del 
juego. No obstante, si los jugadores no respetan las Reglas de Juego del 
Futsal y el principio de deportividad, es decir, del juego limpio, los árbitros 
deberán tomar las medidas oportunas para que se respeten.

Los árbitros tienen autoridad para amonestar o expulsar a un jugador en el descanso del partido o a la conclusión de este, así como durante el tiempo suplementario y la tanda de penales.


Ventaja

Los árbitros podrán aplicar la ventaja siempre que se cometa una infrac-
ción y las Reglas de Juego del Futsal no prohíban explícitamente dicha 
aplicación de la ventaja. Por ejemplo, si el guardameta decidiera ejecutar 
el saque de meta con rapidez aun cuando hubiera jugadores rivales den-
tro del área, podrá aplicarse la ventaja; sin embargo, no podrá aplicarse 
la ventaja en el caso de un saque de banda ejecutado de forma inco-

rrecta.


Al infringir la regla de los cuatro segundos no está permitida la aplicación de la ventaja, salvo que la infracción la cometiera el guardameta cuando, al intentar jugar el balón estando este ya en juego en su propia mitad de la cancha, pierda la posesión. En el resto de casos relativos a esta regla (tiros libres, saques de banda, saques de meta y saques de esquina), los árbitros no podrán aplicar la ventaja.

Al decidir si deben conceder ventaja o interrumpir el juego, los árbitros deberán considerar las siguientes circunstancias:

• La gravedad de la infracción: si esta implica expulsión, el árbitro deberá 
       detener el juego y expulsar al jugador, a menos que se trate de una 
       oportunidad manifiesta de gol.

• El lugar en que se cometió la infracción: cuanto más cerca de la portería 
       contraria, más efectiva será la ventaja.

• La posibilidad de iniciar de inmediato un ataque directo o un 
       contraataque.

• Que la infracción cometida no constituya la sexta falta acumulable de 
       un equipo u otra superior, a menos que se trate de una oportunidad 
       manifiesta de gol.

• El ambiente del partido.


La decisión de sancionar la infracción original deberá tomarse en segun-
dos, pero no se podrá rectificar si no se ha hecho la señal correspondiente con anterioridad o si se ha dejado proseguir el juego.

Si la infracción implica amonestación, esta deberá imponerse durante la 
siguiente interrupción del juego. Sin embargo, a menos que exista una 
clara situación de ventaja, se recomienda que los árbitros interrumpan el 
juego y amonesten inmediatamente al jugador infractor. En caso de no 
imponer la amonestación en la siguiente interrupción del juego, no podrá 
imponerse más tarde.


Si la infracción conlleva la reanudación del juego por medio de un libre

indirecto, los árbitros deberán aplicar la ventaja para dar fluidez al juego, siempre que ello no conlleve la toma de represalias o perjudique al equipo adversario al que comete la infracción.


Infracciones simultáneas

Cuando se cometa más de una infracción al mismo tiempo, los árbitros cas-
tigarán la infracción más grave en función de la sanción, la reanudación, la gravedad física y las repercusiones tácticas.

Si las faltas cometidas se sancionaran con un libre directo, los árbitros man-
darán anotar las correspondientes faltas acumulables.


Injerencias externas

Los árbitros detendrán el juego si un espectador hace sonar un silbato y 
consideran que dicha acción interfiere en el juego, p. ej. si un jugador, al 
escuchar el silbato, recogiera el balón con la mano. En caso de interrupción 
del juego, el partido se reanudará con un balón a tierra en el sitio donde 
se hallaba el balón cuando el juego fue detenido, a menos que se detu-
viera dentro del área (v. Regla 8).

Cuenta de los cuatro segundos con el balón en juego

Cada vez que el guardameta esté en posesión del balón en su propia

mitad de la cancha mientras este está en juego, uno de los árbitros deberá contar los cuatro segundos de forma visible.


Reanudación del juego

Los árbitros vigilarán especialmente que las reanudaciones de juego

se hagan de forma rápida y no permitirán que se retrasen por motivos 
tácticos en saques de banda, meta, esquina o tiros libres. En estos casos, 
iniciarán la cuenta de los cuatro segundos y no será necesario que hagan 
uso del silbato para ello. En los casos en que la reanudación no permita 
contar los cuatro segundos prescriptivos (saques de centro o tiros penales), 
se amonestará al jugador o a los jugadores que lo retrasen.


Está permitido que se coloquen personas con balones alrededor del

terreno de juego para agilizar las reanudaciones y el desarrollo del juego.


Uso del silbato

El uso del silbato será obligatorio para:

• los saques de centro:

al iniciar el juego (primer y segundo periodo del partido y de la 
       prórroga, si la hubiese);

al reiniciar el juego después de un gol;

• interrumpir el juego a fin de:

conceder un tiro libre o un tiro penal;

suspender temporal o definitivamente un partido o confirmar la señal 
       acústica del cronometrador cuando da por finalizado el periodo;

• reanudar el juego en:

tiros libres, al ordenar a la barrera que se coloque a la distancia 
       reglamentaria;

tiros desde el punto de los 10 m;

libres directos por seis o más faltas acumuladas;

tiros penales;

• reanudar el juego tras haber sido interrumpido por:

la amonestación o expulsión por conducta incorrecta;

lesión de uno o varios jugadores.

El uso del silbato no será necesario para:

• detener el juego por:

un saque de meta, saque de esquina o saque de banda (es obligatorio 
       si son situaciones poco claras);

La consecución de un gol (es obligatorio si el balón no ha entrado 
       claramente);

• reanudar el juego en caso de:

un tiro libre, si no se solicita la distancia mínima de 5 m o si el equipo 
       defensor no ha cometido ya seis faltas acumuladas;

un saque de meta, saque de esquina o saque de banda, si no se 
       solicita la distancia mínima de 5 m;

•  reanudar el juego con un balón a tierra.


Si se hace sonar el silbato con demasiada frecuencia, tendrá menos reper-
cusión y relevancia cuando sea necesario su uso. Cuando el equipo ejecutor 
solicite que se respete la distancia reglamentaria en un tiro libre, saque 
de banda, saque de esquina (o la correcta colocación de los jugadores 
adversarios en un saque de meta) los árbitros indicarán claramente a los 
jugadores que el juego no se deberá reanudar hasta después del uso del 
silbato. Si en estos casos el jugador reanudara el juego antes del uso del 
silbato por parte de los árbitros, se amonestará al jugador por retrasar la 
reanudación del juego.


Si, estando el balón en juego, uno de los árbitros hace sonar su silbato

por error, los árbitros deberán detener el partido si consideran que dicha 
acción ha interferido en el juego. Si los árbitros detuvieran el juego, el 
partido se reanudará con un balón a tierra en el sitio donde se hallaba 
el balón cuando el juego fue detenido, a menos que se detuviera dentro 
del área (v. Regla 8). Si el pitido no ha interferido en el juego, los árbitros 
indicarán de forma clara a los jugadores que sigan jugando.


Lenguaje corporal

El lenguaje corporal es una herramienta que los árbitros utilizarán:

• como ayuda para dirigir el partido;

• para demostrar autoridad y dominio de sí mismos.


El lenguaje corporal no servirá para justificar decisiones adoptadas.